Bosch

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Ratafía Bosch

La elaboración de Ratafia Bosch sigue un proceso artesanal que ha pasado de generación en generación. La base de la ratafia es el aguardiente, al que se añaden nueces verdes y una variedad de hierbas y especias. Estas hierbas incluyen, entre otras, canela, clavo, nuez moscada, hinojo y menta. La combinación exacta de ingredientes es un secreto bien guardado de la familia Bosch.

Las nueces verdes se recolectan alrededor de la festividad de San Juan, el 24 de junio, cuando están en su punto óptimo de frescura y aroma. Tras la recolección, las nueces y las hierbas se maceran en aguardiente durante un periodo de tiempo que puede variar, pero que usualmente es de 40 días. Durante este tiempo, el aguardiente adquiere los sabores y aromas de las nueces y las hierbas, creando una infusión rica y compleja.

Una vez finalizada la maceración, la mezcla se filtra cuidadosamente para eliminar los restos sólidos. Luego, se añade azúcar y se deja reposar para que los sabores se integren y el licor adquiera su característico equilibrio dulce. El proceso de reposo puede durar varios meses, permitiendo que la ratafia desarrolle su perfil aromático completo.

Ratafia Bosch es ideal para disfrutar como digestivo después de las comidas, gracias a sus propiedades digestivas y su sabor suave y dulce. También puede ser utilizado en la repostería, aportando un toque especial a postres tradicionales como los pasteles y las tartas.

En resumen, Ratafia Bosch es un licor artesanal que refleja la tradición y la riqueza de la cultura catalana. Su cuidadosa elaboración y la selección de ingredientes naturales le confieren un sabor inconfundible y una calidad excepcional, que han sido valoradas y disfrutadas durante más de un siglo.

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