Ricard M. de Simon es una bodega histórica ubicada en Sant Sadurní d’Anoia, una localidad reconocida como la cuna del cava en España. La bodega fue fundada a mediados del siglo XIX por la familia Simon, una familia con profundas raíces en la viticultura de la región del Penedés.
Historia
La historia de la bodega Ricard M. de Simon comienza en 1865, cuando Ricard M. de Simon, un apasionado viticultor, decidió fundar su propia bodega. Con una visión innovadora y un profundo respeto por las tradiciones locales, Simon se dedicó a la producción de vinos espumosos siguiendo el método tradicional. Este método, conocido como método champenoise, fue introducido en la región por Josep Raventós, de la bodega Codorníu, y rápidamente adoptado por los productores locales.
A lo largo de las décadas, la bodega Ricard M. de Simon ha sido gestionada por sucesivas generaciones de la familia Simon. Cada generación ha aportado su propio enfoque y mejoras tecnológicas, manteniendo siempre la calidad y el carácter distintivo de sus cavas. En 1920, la bodega amplió sus instalaciones subterráneas para aumentar la capacidad de envejecimiento de sus cavas, lo que permitió un mayor control sobre el proceso de crianza y una mejora en la calidad final del producto.
Durante la Guerra Civil Española, la bodega sufrió importantes daños, pero la familia Simon se dedicó a su reconstrucción y modernización en los años posteriores. En la década de 1960, introdujo prácticas agrícolas más sostenibles. Comenzó a experimentar con variedades de uvas internacionales como el Pinot Noir, además de las tradicionales Macabeo, Xarel·lo y Parellada.
En 1985, coincidiendo con el 120 aniversario de la bodega, se lanzó una edición especial de cava de larga crianza que recibió numerosos premios y reconocimientos a nivel nacional e internacional. Esta edición conmemorativa consolidó aún más la reputación de la bodega como uno de los productores de cava más respetados de la región.
Actualidad
Hoy en día, sigue siendo una bodega familiar, comprometida con la calidad y la innovación. La bodega combina técnicas tradicionales con tecnologías modernas para producir cavas de alta calidad que reflejan el terroir del Penedés y la rica herencia vitivinícola de Sant Sadurní d’Anoia. La dedicación a la excelencia y el respeto por la tradición hacen de sus cavas una elección ideal para cualquier ocasión.