La DOP se compone de 33.658 hectáreas de viñedos, localizados en la meseta de Utiel-Requena, territorio situado entre los 700 y los 900 metros de altitud, a unos 70 km al oeste de la ciudad de Valencia. El área tiene unas características físicas claramente manchegas, hasta el punto que frecuentemente se usa el nombre de “Valencia Castellana” para identificarlo. Su clima es mediterráneo pero de influencia muy continental, de lluvias escasas, inviernos muy fríos y veranos menos calurosos que en las tierras bajas de la provincia. La diferencia más acusada en relación con las llanuras manchegas es su proximidad al litoral mediterráneo, hecho que posibilita la llegada de las refrescantes brisas marinas al territorio.
VITICULTURA Y SUELOS
En el territorio predominan los suelos calizos, de colores rojizo y pardo, bajos en contenido de materia orgánica.
TIPO DE VINOS
La comarca se ha especializado en la producción de vinos tintos, que suponen el 80% de la producción, mientras los blancos representan algo menos del 10% y los rosados poco más del 10%. En Requena se elaboran espumosos acogidos a la DOP Cava. Los vinos blancos tradicionales se elaboran con Planta Nova, Macabeo (la más abundante) y Merseguera, variedad valenciana que se está recuperando con rapidez para elaborar vinos blancos de calidad, que combina bien con el Macabeo y el Chardonnay. Los rosados de Bobal son frescos, silvestres y fáciles de beber; los tintos tienen mucho color y son algo rústicos, dependiendo de la variedad utilizada para la vinificación. Los vinos jóvenes son frescos y afrutados, tanto si se elaboran con Bobal como si se utiliza la Garnacha o el Tempranillo. Los vinos de crianza tienen cuerpo y calidez, y son sabrosos, redondos y algo rústicos. Los vinos de calidad tienen una gran personalidad, de acuerdo con las características del terruño. Están teniendo un gran éxito en los mercados exteriores.
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